Carlos o el candor


La única manera de triunfar en Guatemala es brotando por virtud de generación espontánea, esto es: de la noche a la mañana, sin sentido visible de evolución.

Como Carlos Peña.

–¿Ah sí? ¿Y qué dice usted de Arjona?

Argumenta bien fuerte, para que se le escuche, un caballero.

Y en efecto: ¿Arjona? Pues Arjona lo mismo. Yo presencié cómo le tiraban chocas como shurikens en un concierto en el Colegio Alemán, siendo telonero de Alux Nahual, con esa saña–humor propia de los propios, cuando ya maleados. Lo cuál en breve siempre me resultó una anécdota arquetípica. Tuvo que desaparecer y aparecer súbitamente (creo que con el single Mujeres), y por cierto en otro país, para que aquí le empezarán a tirar pelota.

No se aventurarían los ángeles a hacer carrera en Guatemala, puesto que aquí los inteligentes son percibidos como sabihondos, los talentosos como una bola de suertudos, y los ganadores como todos unos oportunistas. Cualquier palabra que digas puede y será utilizada en tu contra. Cualquier contradicción (cuando en realidad sólo se puede crecer por medio de la contradicción: la sublevación contra lo que hay ya de muerto en uno) es tomado como excusa viva para desollarte. El cráneo de la gloria será abierto con el mazo del juicio. La crítica –ya en este contexto malsano recelo– es una estrategia psíquica para ahuyentar la esperanza. Hemos pasado por tantos amargos desengaños, que preferimos matar la esperanza, lo que se dice asesinarla, darla en holocausto, antes que tolerar una nueva desilusión.

American Idol es la manera perfecta para que un guatemalteco triunfe en Guatemala. El caso de Carlos Peña: nadie le había visto antes, tomó a los recelosos por sorpresa, y lo hizo además con un cierto candor –naïveté– desestructurante, puesto que nos recuerda a todos lo que éramos antes de volvernos estas bestias escépticas en que nos hemos convertido. Esta inocencia ha despertado en nosotros la nostalgia. Es una pena que la nostalgia siempre acabe igual en resentimiento.


(Columna publicada el 22 de septiembre de 2007.)

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