Año electoral

El año que viene es año de elecciones. No es cualquier cosa. No es ir a comprar el pan. Supone un dispendio considerable y un desgaste y una inversión crítica por parte de nuestra alma colectiva, si hay tal cosa. Hay que prepararse. No vamos a ir así medio ciegos al matadero.

Terminado este período de gobierno, sin señas aún visibles de estar convulsionando, a pesar de que se ha visto afectado por aprietos considerables (por ejemplo: el Stan, o más recientemente, la crisis hospitalaria), la gente, que tiene eso de lobo, estará sedienta de sangre. Siempre es así. Y siempre pervive el riesgo de que votemos atléticamente por el más equivocado. Hay una filosofía de ruleta rusa que surge puntualmente en estas circunstancias, no me pregunten por qué.

En otras ocasiones, hemos tenido que ir a las urnas a escoger entre personalidades políticas bastante mediocres, nada heroicas, pero al menos, si algo, se trataba de perfiles claros, capturables. Votabas por tal o tal otro y ya sabías a qué atenerte. Ahora, hay mucha mediocridad, otra vez, pero además ambigüedad a más no poder, ambigüedad que ya va siendo nubosidad. Eso: falta de forma, falta endémica de forma. Hasta el Jorobado tenía su aspecto.

Como que urge un acicalamiento general de la población, como que urge que apuntalemos. Los espacios de asimilación crítica ya deberían estar más que establecidos; debería de estar construida, y dada a conocer, la agenda del diálogo. En lugar de eso, las luces hipnóticas, oscilantes de la Navidad, todavía nos tienen embrutecidos.

Existen una o dos opciones que presentan un grado de civilización, pero tan poco realistas ya en la perspectiva de los comicios. Y aquí todo será un asunto de asumir la realidad… y a la vez de rechazarla un poquito. Un balance, como dicen los columnistas indigentes.

Dicho de otro modo: no siempre se vota para ganar, pero sí se debe votar con el objetivo de formar una masa de representación. Por lo menos, dejar una oposición aceptable.

Les deseo un feliz año nuevo.


(Columna publicada el 30 de diciembre de 2006.)

No hay comentarios:

 
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.