Laca

Lo de Arredondo me ha dejado estupefacto. Es una muestra clarísima de la arbitrariedad de nuestros procesos públicos y la delgadez de nuestros linajes políticos. Y una puñetera vergüenza. Lo agradezco en un sentido, pues me recuerda lo poco confiable que es eso que altivamente llamamos democracia –lo agradezco en el sentido de que me obliga a mantenerme despierto, con los ojos bien abiertotes. Se lo dije a mi compadre, la otra vez: votar o no votar es igual de peligroso. Todas esas vallas del fosforito, todavía puestas al escribir esta nota, dan cuenta de la mascarada, a pocos meses de las elecciones. Los props se rompen; el set se viene a pedazos; cae mediocre la laca. ¿Las causas de semejante desmadre? El émbolo fue el presupuesto de campaña, de acuerdo al vicepresidenciable, ahora presidenciable, Óscar Rodolfo Castañeda, perseguido por una estela de impopularidad (la verdad es que el solo hecho de que haya aceptado la candidatura habla mal de él). Arredondo, chucho sin casa (primero en la UNE, luego al PAN), aduce que hubo presión financiera. Ni la palabra le dieron en la asamblea. El ostracismo es signo de almas perversas. Lo cierto es que ha quedado como el cándido de la foto. Se dice que fue utilizado. Pero no hay por qué victimizarlo, tampoco. En realidad la responsabilidad cae tanto en su persona como en la totalidad del partido que lo traicionó: y es que el camino de la integridad no conoce saltos cuánticos. Todo este asunto ya le ha lastrado de una forma u otra la figura. La desconfianza en los partidos políticos se ahonda, se abisma. Es la defunción del liderazgo. Una consecuencia alegre de todo esto es que podemos dar por terminado el rol del PAN en estas alegres elecciones. Ellos mismos firmaron su sentencia. Desde un principio estaban como bolos rebotando en las paredes del pasillo, tocando todas las puertas del piso (entre ellas, la de Harold Caballeros, si recuerdo bien), viendo quién les abría… Oportunistas es lo que son.


(Columna publicada el 16 de junio de 2007.)

2 comentarios:

Duffboy dijo...

Un verdadero asco este caso. Como vos decís, ellos cabaron su propia tumba. Me recuerda un Weekend Update de Saturday Night Live, cuando se referían a Al Gore como un "soft money whore". Creo que los del PAN son "hard-any-kind-of-money-we-can-get
-our-dirty-hands-on-whores". Es un caso de estudio, y de los peores. Saludazos.

Maurice Echeverría dijo...

Saludos a vos y tu Primer Intento, duff man. m.

 
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